“Internet de las cosas” (IoT) suele ser un concepto bastante usado y conocido y sin embargo, la población no suele saber su significado ni qué implicado. El término fue creado en 1999, por Kevin Ashton mientras trabajaba en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, Massachusetts Institute of Technology) realizando investigaciones sobre la identificación por radiofrecuencia en red y tecnologías de sensores.
Según Wikipedia, su definición sería “interconexión digital de objetos cotidianos con internet“, pudiendo evitar, entre otras capacidades, la pérdida de objetos y verificación de su localización exacta.
Cogiendo este concepto, el Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación de Gijón, ha iniciado un proyecto llamado “Motorhertz” cuyo nombre, logo e incluso estilo de letra hace una clara referencia al grupo de británico de rock Motörhead, desgraciadamente disuelto en 2016 tras la muerte de su cantante.
Este proyecto mezclaría el Internet de las Cosas con la tecnología Blockchain cuyo uso consistiría en la medición y análisis del sonido que produce el funcionamiento de un motor eléctrico con el fin de detectar posibles anomalías del mismo sin que haya que recurrir a un método de medición intrusivo.
Su construcción ha sido bastante simple, ya que conjuga una Raspberry Pi y un micrófono para conseguir las medición de los datos, que a su vez son almacenados en la Blockchain, todo esto a través de una aplicación creada por ellos. En el momento en el que se diera un aumento excesivo de revoluciones del motor, se produciría una alerta que también estaría registrada en la cadena de bloques.
Esta revolución tecnológica supondría obtener un registro de fallos que suele producir x motor, excluir el tipo de materiales y productos que más comenta y conseguir un ahorro bastante grande en la trazabilidad, entre otros muchos aspectos positivos a destacar.
Desgraciadamente, por motivos de covid este proyecto aún no ha salido del laboratorio del CTIC, pero esperamos que pronto pueda ser expuesto en eventos tecnológicos.